A raíz de la ruptura de las relaciones entre el Club Deportivo Emperatriz y el entrenador y director técnico de dicho club de kickboxing, Toño Ruiz, el pasado mes de Noviembre del 2014.
Como fundador, entrenador y director técnico del Club Elemental de Kickboxing Emperatriz quiero matizar una serie de puntos:
- Las discrepancias surgidas entre ambas partes son de índole puramente personal y de una falta de profesionalidad absoluta por parte de la directiva del gimnasio Emperatriz.
- Es completamente falso que amenazase físicamente al señor Luis Consuegra Peñuelas.
- El Club Deportivo Elemental Emperatriz de Kickboxing fue fundado por mi persona, no existía con anterioridad y como club solo ha operado en la FEK.
- El Club Elemental CrossBoxGym fue creado para albergar a aquellos deportistas que de forma injusta se vieron privados de sus derechos.
- Como representante del Club Deportivo CrossBoxGym y del equipo de competición Bras Team quiero mostrar mi malestar por el uso fraudulento e inmoral, con fines puramente lucrativos, que de los datos de mis competidores y alumnos se ha estado haciendo por parte de los señores Luis Consuegra y Carlos de Miguel del Valle(este último, en claro conflicto de intereses debido a su profesión de policía nacional)
- Como Entrenador Personal que trabaja por cuenta ajena en clubs de reconocido nombre y prestigio siento un profundo malestar por las llamadas, sms y visitas que clientes míos de dichos clubs han estado soportando por parte del señor Carlos de Miguel del Valle, con el único fin de perjudicar a mi persona, en lo económico y lo personal. Dicho comportamiento es, del todo, inaceptable.
- Recordar a la Federación Española de Kickboxing(FEK) que los clubs los componen personas, siendo del todo injusto que sean los clubes quienes «hereden» derechos adquiridos en el tiempo y no los competidores, entrenadores y árbitros que los conformaron.
Durante dieciocho años he sido el entrenador del Club Emperatriz. Cree algo de la nada y le puse corazón. Ese club no me pertenece ni a mi, ni a nadie que no sean los chicos que con ilusión y entrega se dejaron la piel allí entrenando y el alma y el corazón en el ring o en el tatami. A ellos y solo a ellos pertenece el club. Y de ese club, en la palabra Emperatriz, no queda nada. Se le rompió el corazón por la ambición de querer ser algo que no será nunca.
A todos los que me acompañaron en este viaje les doy las gracias.
Toño Ruiz